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martes, 21 de agosto de 2012

Media Party: Periodismo Digital en Hack/HackersBA

Bajo el lema "Reiniciando el Periodismo", la comunidad de Hack Hackers Buenos Aires (HHBA) llevará a cabo una serie de charlas y talleres sobre noticias interactivas, periodismo de datos e innovación en medios digitales. El evento que se desarrollará del 30 de agosto al 1° de septiembre, contará con la presencia de programadores y periodistas de todo el mundo, como el equipo de noticias del diario británico The Guardian y el director adjunto de noticias interactivas de The New York Times.

El encuentro será en el Centro Cultural Konex, ubicado en Sarmiento 3131 de la Ciudad de Bs.As, y consistirá en un ciclo de keynotes (charlas), workshops (talleres) y laboratorios distribuidos en los tres días que dura el Media Party para finalizar con un "Hackatón" el último día para periodistas, programadores y diseñadores.

La reunión será coincidente con Libre Bus Cono Sur, un proyecto que cuenta con la colaboración de Creative Commons y Mozilla y saldrá de Bs.As para recorrer cuatro países de América Latina y las ideas que surjan serán consideradas en el programa Knight Proud Fund que ofrece donaciones de hasta 50 mil dólares para innovación en medios.

Los interesados se podrán inscribir por adelantado para reservar lugar en  http://www.meetup.com/HacksHackersBA/.
Mas información en http://www.sourcefabric.com/en/newscooppro/ y en la cuenta de Twitter @HacksHackerBA y el hashtag #HHBA

Extraído de Agenda Digital Télam

lunes, 6 de agosto de 2012

Últimas lecciones de Richard Stallman sobre el Cibercontrol


La tarjeta SUBE, el sistema SIBIOS, y el software de Microsoft y de Apple, vistos como sistemas de control social. Por qué compartir libros y música no es piratear. Por qué hay una guerra contra el compartir. Richard Stallman creador de Gnu Linux, cuenta por qué no volverá a la Argentina.


La batalla por el control social por parte de los aparatos del Estado parece estar, a nivel global, en un punto de inflexión digital. Sin duda, impulsado por la crisis terminal de los sistemas financieros, también por las protestas masivas que resisten ajustes brutales y porque los procesos electorales no logran acotar a las urnas la participación ciudadana, lo concreto es que diferentes Estados del mundo comenzaron a montar herramientas de control que convierten a la literatura de Orwell en el texto de leyes y noticias.  Para sorpresa de muchos, fue Richard Stallman, el creador de Gnu Linux y profeta del software libre, quien nos advirtió que Argentina está a la vanguardia de ese proceso. Fue durante su última visita, en junio de este año, cuando anunció que no regresaría al país mientras estén en vigencia el sistema SIBIOS, que colecciona las huellas digitales de todas las personas que ingresan al país, y la tarjeta SUBE, que permite conocer los movimientos de los ciudadanos que se trasladan en el transporte público.
LaVaca: Estas medidas de control ¿son responsabilidad del Estado o del triunfo de las corporaciones sobre el Estado?
Stallman: En este caso, pienso que el Estado decide. Las empresas que fabrican los sistemas de vigilancia hacen su publicidad y su lobby, pero no son tan fuertes ni grandes como para tener una gran influencia sobre las políticas del Estado argentino, como hace Monsanto. Pero hay otro peligro en la vigilancia estatal.  Miles de funcionarios  tienen acceso a los datos, y algunos usarán estos datos para fines personales, hasta criminales.  Frecuentemente los hombres usan esos datos para seguir o amenazar a mujeres.  Quizás no es el resultado que el Estado desea, pero resulta.
Las principales batallas del ciber mundo
A través de sus últimas intervenciones, Stallman ha logrado identificar algunas de las principales trincheras desde las cuales se libran las batallas de control de la actualidad. Muchas de ellas son ahora leyes que criminalizan a los usuarios en España, Estados Unidos, Francia o Italia, por poner solo algunos ejemplos, y que se intentan imponer en Argentina bajo la alfombra de “protección de derechos de autor” . El caso más claro de lo que oculta esta operación es el de la industria del cine, ya que la ley actual no le otorga la titularidad de este derecho al director de la película sino a su productor, generalmente representado por una corporación. Lo interesante de leer los comentarios de Stallman es que ayudan a precisar las operaciones de prensa con las que intentan maquillar estas batallas. Especialmente, porque se amparan en la ignorancia de algunas cuestiones clave que él conoce mejor que nadie. Una síntesis de sus lecciones:
Por qué Anonymus no hackea ni crackea: manifiesta. “Las protestas de Anonymous en la web son el equivalente en Internet de una manifestación masiva. Es un error llamarlo hacking (inteligencia lúdica) o cracking (quebrantar la seguridad). LOIC, el programa que está siendo utilizado por el grupo, fue pre-configurado, por lo tanto no requiere de gran ingenio para ser ejecutado, y no rompe la seguridad de ninguna computadora. Los manifestantes no han intentado tomar el control de la página web de Amazon, ni extraer ningún dato de MasterCard. Más bien, entran por la puerta principal del sitio, el cual simplemente no puede dar abasto con el volumen de visitas.
Es también un error llamar a estas protestas “ataques DDoS”. Un ataque DDoS, hablando con precisión, se realiza con miles de computadoras “zombis”. Alguien quiebra la seguridad de los equipos (generalmente con un virus) y toma el control de los mismos en forma remota, luego los utiliza como“botnet” dirigiéndolos al unísono según su voluntad (en este caso, para sobrecargar el servidor). Por el contrario, los manifestantes de Anonymous generalmente ponen sus propios equipos a disposición para las protestas.
La comparación correcta es con la multitud que protesta frente a la puerta de una corporación.
Internet no podría funcionar si los sitios web fueran frecuentemente bloqueados por multitudes, al igual que una ciudad no puede funcionar si sus calles están permanentemente llenas de manifestantes. Pero antes de reclamar medidas enérgicas en contra de estas protestas en Internet, hay que tener en cuenta la razón por la cual se está protestando: en Internet, los usuarios no tienen derechos”.
Por qué compartir libros no es piratear. “En el mundo físico, podemos comprar un libro con dinero en efectivo, y una vez que lo poseemos, podemos darlo, prestarlo o venderlo a cualquier otra persona. Tenemos también la libertad de conservarlo para nosotros. Sin embargo, en el mundo virtual los dispositivos de lectura vienen con grilletes digitales que impiden la donación, el préstamo o la venta del libro, como así también con licencias que prohíben estas prácticas. En 2009, Amazon utilizó una puerta trasera de su lector de libros electrónicos para eliminar de forma remota miles de ejemplares del libro1984, de George Orwell. El Ministerio de la Verdad ha sido privatizado”.
Por qué compartir música no es piratear: “Cuando la compañías discográficas arman tanto escándalo sobre los peligros de la “piratería”, no están hablando de violentos ataques a los barcos. De lo que se quejan es de la práctica de compartir copias de música, una actividad en la que participan millones de personas con espíritu de cooperación. Mediante el uso del término “piratería”, las compañías discográficas demonizan la cooperación y la práctica de compartir, equiparando estas actividades al secuestro de personas, al asesinato y al robo.
El “copyright” fue establecido después de la aparición de la imprenta, método que posibilitó la producción masiva de copias, generalmente para uso comercial. En ese contexto tecnológico el “copyright” era aceptable en calidad de norma industrial, no como restricción a los lectores ni (posteriormente) a quienes escuchan música.
En la década del 1890, las compañías discográficas comenzaron a vender música producida en masa. Estas grabaciones no interfirieron sino que facilitaron el poder escuchar y disfrutar de la música. El “copyright” de estas grabaciones musicales no implicaba prácticamente ningún tipo decontroversias, ya que sólo restringía a las compañías discográficas y no a los oyentes.
Hoy en día la tecnología digital le permite a cualquiera hacer y compartir copias. Las compañías discográficas ahora pretenden usar las leyes del “copyright” para impedirnos el uso de ese avance tecnológico. La ley que era aceptable cuando restringía sólo a los editores es ahora una injusticia porque prohíbe la cooperación entre ciudadanos.

El argumento principal de las compañías discográficas para prohibir que se comparta es que causa la “pérdida” de empleos. Pero incluso aunque fuera verdad, no justificaría la Guerra Contra la Práctica de Compartir. ¿Debería la gente dejar de limpiar sus propias casas para evitar la “pérdida” de puestos de trabajo para los empleados domésticos? ¿O acaso prohibir a la gente cocinar ellos mismos, o prohibir compartir recetas, para evitar la “pérdida” de puestos de trabajo en los restaurantes? Son argumentos absurdos porque el “remedio” es mucho más dañino que la “enfermedad”.
Las compañías discográficas aseguran también que el hecho de compartir música reduce los ingresos de los músicos. Esta es una verdad a medias, una de esas que son peores que una mentira, y el nivel de veracidad que contiene es mucho menos que la mitad.
Incluso si aceptamos la hipótesis de que si no hubieras descargado la música, la habrías comprado -normalmente falso, pero en ocasiones cierto- solamente si el músico es una superestrella consolidada verá algo del dinero de la compra. Las compañías discográficas intimidan a los músicos al comienzo de sus carreras con contratos que los explotan durante los primeros 5 ó 7 discos. Es casi imposible que un disco que se publique bajo esos términos venda suficientes copias como para que el músico vea un centavo de las ventas. Con respecto a los pocos músicos cuyos contratos no los explotan, o sea las superestrellas consolidadas, el hecho de que estas personas se vuelvan un poco menos ricas no representa ningún problema en especial para la sociedad o para la música. No hay nada que justifique la Guerra Contra Compartir. Nosotros, el público, debemos ponerle fin.
Por qué estamos en una Guerra Contra Compartir: Evitar que las personas puedan compartir va contra la naturaleza humana, y la propaganda Orwelliana que dice que “compartir es robar” normalmente cae en saco roto. Parecería que la única manera de hacer que la gente deje de compartir es mediante una dura Guerra Contra Compartir. Mientras tanto, las corporaciones conspiran para restringir el acceso público a la tecnología desarrollando sistemas de Administración de Restricciones Digitales (/DRM – Digital RestrictionManagment/), diseñados para encadenar a los usuarios e imposibilitar la copia. Los ejemplos incluyen iTunes, los DVD y los discos Blueray. (Para más información ver DefectiveByDesign.org). A pesar de estas medidas, la práctica de compartir sigue en pie; el ser humano posee un fuerte impulso hacia la cooperación.
Por qué el software de Apple y Microsoft es un mecanismo de control.“Todo lo que hacemos en nuestra propia computadora también es controlado por otros cuando se usa software no-libre. Los sistemas de Microsoft y de Apple aplican grilletes digitales (características especialmente diseñadas para crearles restricciones a los usuarios). La posibilidad de seguir usando un programa o funcionalidad también es precaria: Apple colocó una puerta trasera en el iPhone para eliminar de forma remota las aplicaciones instaladas. En Windows se ha detectado la existencia de una puerta trasera que le permite a Microsoft ejecutar cambios en el software sin pedir permiso.
Empecé el movimiento del Software Libre para reemplazar el software no-libre que controla al usuario por software libre que respeta su libertad. Con el Software Libre, al menos podemos controlar lo que hacen los programas en nuestras propias computadoras. En lo específico, los usuarios pueden leer el código fuente y cambiarlo, de modo que no se pueden imponer funciones maliciosas como Windows y Apple pueden.
El día en que nuestros gobiernos persigan a los criminales de guerra y nos digan la verdad, el control de las multitudes de Internet podrá pasar a ser nuestro problema a resolver más apremiante. Me alegraré mucho si llego a ver ese día.
Entrevista extraída de LaVaca

miércoles, 20 de junio de 2012

La influencia del código cerrado en el Plan Conectar Igualdad incentiva la comercialización de contenidos en la red.


Los anuncios de la presidencia sobre diversos programas que incluyan el uso de la informática en los colegios públicos han recibido ciertas críticas de la comunidad del Software Libre en el país. Las reuniones del gobierno con ejecutivos de Microsoft, analizaron la incorporación del software corporativo conjuntamente con los de software libre dentro de los dispositivos entregados por el gobierno.

A pesar de que la web es considerada como la gran niveladora de la humanidad (2010) donde se otorga el  acceso igualitario, voz y potencial igualitario, la problemática del acceso al conocimiento en la red se incentiva porque en este caso, los educadores y alumnos están obligados a acceder a aplicaciones corporativas de Microsoft Windows que fomentan la comercialización del producto empaquetado.

Esto provoca que para acceder en línea a los contenidos ofrecidos por el Estado, la audiencia no tenga otra alternativa que usar programas de como Windows Media Player, un formato compatible y programado a sistemas operativos de la misma firma. Lo medios públicos de esta manera, pasan a ser clientes de una empresa trasnacional.

La privatización del dominio público y contenidos de carácter gubernamental están siendo cedidos dentro de la concentración “reductivista” de un software con copyright. Según Penny, que afirma que el valor de la Visión Mundial Ingeniera (2000) del siglo XXI se encuentra en la misma computadora, advierte que la ideología de mercado y poder provoco que la computadora sea un procesador de medios que transforma la cultura.

Este control de los nuevos medios, donde la ideología de mercado y poder esta inherentemente concentrado en un software cerrado,  no solo obliga que la comunidad educativa se adapte a la informática como una extensión de la enseñanza y el aprendizaje sino que además dependen  de paquetes prediseñados para desarrollar actividades.

La concentración del copyright a través de la privatización es para Beatriz Busaniche, (2010) el control de la herencia cultural en manos de un número cada vez reducido de empresas privadas. “La transacción del copyright se basa en la idea de que el autor obtiene del público un monopolio sobre la obra a cambio de socializarla. Cuando un programa se distribuye sólo en lenguaje de máquina, esa socialización no se produce, y el público es estafado”. (Busaniche, 2010: 78)

Mientras que la rentabilidad del software cerrado da un 90% de ganancias a la empresa de Bill Gates, la  incorporación de Windows como herramienta didáctica es una problemática propia de la era posmoderna. La instantaneidad promovida por el mejoramiento de los sólidos (2002), convierte al mundo en un modo más predecible y controlable para que el mercado industrial se consolide por encima del software libre en las escuelas.                                                                                                                                                                                                                                                 

Bibliografía

Fuentes impresas
Bauman, Z. (2002), La Modernidad Líquida, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica de Argentina S.A.

Busaniche, B. y otros (2010) Argentina Copyleft. La crisis del modelo de derecho de autor y las prácticas para democratizar la cultura (Aprender en Libertad) Fundación Vía Libre, Argentina.

Penny, S. (2000) en Wagmister F.y otros. La revolución hipermedia (La virtualización de la práctica artística: Conocimiento corporal y la Visión Mundial Ingeniera - Publicado por primera vez en CAA ART Journal Fall 1997: Reflexiones Digitales: El dialogo de Arte y Tecnología).

Fuentes no impresas
BBC (2010), The Virtual Revolution [online], Londres.

domingo, 27 de junio de 2010

Código Abierto y Código Cerrado

La revolución de la información que creó una dicotomía entre el código abierto y cerrado son, en la actualidad, dos estructuras que provienen de ideologías dispares desde el nacimiento de la web. Ambas ideas, que dieron origen al Software Libre y Cerrado, tienen una visión distinta del acceso democrático del conocimiento porque irrumpen en el mercado con programas que pueden restringir o colaborar con el usuario respecto a su uso.




El código cerrado proveniente de la ideología mecanicista y comercial es creado  por un código fuente, que no están disponible para cualquier usuario y por lo tanto, no es de carácter público.  El código es un conjunto de líneas de texto que son instrucciones que guían a una computadora para ejecutar un programa y que sirven tanto para el lenguaje HTML, JavaScript y lenguajes ejecutables como los navegadores web.

Sistemas operativos como Apple y  Microsoft cumplen con ese estándar de modelo que maneja el Software cerrado y que por su calidad de secreto industrial, su divulgación puede constituirse en delito. El software no libre puede  ser utilizado  por cualquier usuario siempre y cuando no se puedan modificar ni distribuir su código.

Caso contrario, el Código Abierto u Open Source que emergió de la idea libertaria de pioneros de la creación de la web como Tim Berners-Lee, es un software distribuido libremente y está orientado a los beneficios prácticos de compartir el código  que a las cuestiones éticas y morales se lo ha denominado en 1980,  como Software Libre por Richard Stallman.

“Tim Berners-Lee es alguien que inventó algo con un poder impresionante pero le dio la espalda a cualquier tipo de ganancia que provenga de ahí y creo que tendríamos que celebrarlo, no por su ingenuidad sino porque la web funciona porque él la hizo pública porque era libre para todos usarla. Es un verdadero código libre, en ese sentido” (The Virtual Revolution, 2010).

Programas ejecutables como OpenOffice, Firefox, GIMP y sistemas operativos como Ubuntu, Devian, entre otros, manejan este tipo de modelo abierto donde el Software Libre es declarado de “dominio público” sobre el producto y el código permitiendo que su contenido sea modificado y posea un uso gratuito para ser copiado, estudiado y redistribuido sin sanción legal.

Busaniche, define que el acceso de un código cerrado limita el conocimiento de los usuarios porque las grandes corporaciones venden un paquete de software donde no se sabe su mecanismo sino que se enseña a operar el programa que otro sabe cómo funciona. La idea es similar a una calculadora donde todo el conocimiento de sumar, restar y multiplicar este concentrado en un aparato sin saber su procedimiento. Por lo tanto, es optimista en el anhelo de desarrollar el Software Libre porque serviría incluso como un método de enseñanza para los chicos dentro del campo educativo ya que hoy día, el libre acceso del Software forma parte de la lucha por la libertad de expresión.  (En el medio, 2010)



Bibliografía

BBC (2010), The Virtual Revolution [online], Londres.
Encuentro (2010), En el medio: Periodismo y web [online], Buenos Aires